Se dedicó sobre todo a la decoración, especialmente en óperas y ballets románticos, trabajando en escenarios como el Théâtre-Lyrique, el Cirque Olympique, la Ópera de Lyon y el Teatro Real de Madrid.
En 1832 se asoció con Humanité-René Philastre, con quien trabajó en la Ópera de París; y, en 1848, con Joseph Thierry, con quien trabajó en el Teatro del Ambigu-Comique, la Comédie-Française, el Teatro de la Porte Saint-Martin y el Théâtre des Bouffes-Parisiens.
[1] Participó en la decoración interior de varios teatros, entre ellos el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, aunque su intervención se perdió en el incendio de 1861.
[2] Durante su estancia en Barcelona realizó también varias escenografías para el Liceo.
Entre sus discípulos se encontraba Francesc Soler i Rovirosa.