Se parece a su pariente cercano el picamaderos norteamericano (Dryocopus pileatus) que vive más al norte.
En cambio, el macho del picamaderos barbinegro no puede confundirse porque casi toda su cabeza es roja.
El género Dryocopus, al que se la trasladó luego, fue denominado así por Friedrich Boie en 1826.
Las cavidades para el nido son excavadas en los troncos muertos de árboles a altura variable, entre los 2 y 27 metros por encima del suelo.
Aunque la hembra realiza la mayor parte de la alimentación mientras que los machos guardan el nido.