Cuando asumió, logró pacificar Haití con un programa de reconciliación nacional entre el Norte y el Sur.
Su gobierno establecerá el servicio postal aunque los primeros sellos no se imprimirán hasta el reinado de Lysius Salomon.
Bajo su reinado, Guerrier también dio prioridad a la educación al crear dos escuelas secundarias que llevan su nombre, una en Los Cayos (1845) y la segunda en Cabo Haitiano (1848), así como expresando el deseo de establecer al menos una escuela primaria, en cada comuna, financiada con fondos públicos.
Durante la revolución de 1843 y la caída del dictador Juan-Pedro Boyer, aunque era anciano, volvió al ejército con el grado de general y se unió al nuevo gobierno presidido por Carlos Rivière-Hérard.
Consistía en llevar al poder a un hombre fuerte, como los generales más ignorantes, por ejemplo, para que el gobierno fuera dirigido en su nombre por la élite burguesa del llamado capital "boyerista", en referencia a la política de Juan-Pedro Boyer.
En el Sur, una delegación extraordinaria, compuesta por el coronel Chardavoine, el capitán André Thélémaque y el ciudadano Étienne Salomon, desarmó, mediante la persuasión y el oportuno reparto de algunas funciones militares, a los principales enemigos del gobierno.
Envalentonado por la caducidad de Guerrier, este último rogó a Rivière Hérard que volviera, porque, según ellos, todo estaba listo para una nueva revolución.
Agotado por la edad y la enfermedad (alcoholismo), murió tres días después, el 15 de abril.
Su funeral solemne se celebró en San Marcos solo el 26 de abril, durante el reinado del príncipe Pierrot, su sucesor.
María fue llevada a Haití por su hermano poco después de que se estableciera allí.