La ciudad de Petchory fue fundada como posad cerca del célebre monasterio de Pskovo-Pecherski en el siglo XVI y resultó pronto un punto comercial importante.
Durante lo reinado del zar Iván el Terrible, Petchory se convirtió en una fortaleza encargada de defender la frontera.
Después del desencadenamiento de la Gran Guerra del Norte, los rusos renovaron las fortificaciones y Borís Sheremétev comenzó su campaña de 1701 a Petchory.
Este territorio desde esta época quedó bajo control soviético y después ruso.
Algunas semanas más tarde, no obstante, Rusia se retiró del tratado, dejando vigente el tratado de Tartu, que había dado Petseri a Estonia.