La sensibilidad en el procesamiento sensorial —por sus siglas, SPS— es un grupo de rasgos neuropsicológicos descubierto en los años 90.
Ambos autores asociaron la SPS a un tipo de personalidad, la definieron según ese único rasgo, y la denominaron Highly Sensitive Person (HSP por sus siglas) y en español Persona Altamente Sensible (PAS)[3].
Ambos autores sostienen que del 15 al 20% de la población presenta ese rasgo.
[4] En el ser humano, las características neurológicas que definen la SPS implican un mayor grado de sensibilidad para las relaciones interpersonales.
Al existir mayor sensibilidad y reactividad emocional,[5][6] las personas que poseen el rasgo tienden a ser más empáticas, al percibir más fácilmente las diferencias, a menudo sutiles, en los estímulos.