El perfilado es un proceso de fabricación por deformación plástica que se aplica a chapa metálica.
[1] Las herramientas de perfilado son diferentes rodillos divididos entre las estaciones que componen el proceso.
Prácticamente todos los metales que se pueden conformar plásticamente son susceptibles de ser perfilados.
En cuanto a los aceros inoxidables, aunque necesitan fuerzas y potencias más altas, todos pueden ser utilizados excepto algunos martensíticos.
En cuanto a la geometría, mediante perfilado es posible fabricar secciones transversales de una gran complejidad, siempre y cuando no varíen con la longitud del producto.
Sus funciones son las que se describen a continuación: Aunque la productividad del perfilado es muy alta, la deformación que la chapa sufre durante el proceso es compleja y da lugar a diferentes defectos en el producto final.
Por este motivo, se utiliza habitualmente el análisis de elementos finitos como herramienta durante el diseño del proceso.