[1] Con una gran intuición para detectar nuevos talentos de la pintura joven, ayudó a jóvenes artistas catalanes.
[2] Mañach ayudó a Picasso a introducirse en el mercado de arte parisino y se convirtió en su primer marchante, ofreciéndole 150 francos mensuales por toda su obra de un año.
[4] Picasso pintó en 1901 un retrato al óleo, expuesto en las galeries Vollard, en el que la figura contorneada de Petrus Manach oculta en realidad a Mañach vestido de torero.
No obstante, Mañach no dejó de estar en contacto con el arte moderno y en 1911 decidió crear la «Botiga Mañach», en la calle de Ferran 57.
Gaudí, amigo personal de Mañach, le había presentado a Josep Maria Jujol, que en aquel momento despuntaba como ayudante suyo en la casa Milà, diseñando las esculturas en forja de los balcones y los techos del piso principal.