Percier y Fontaine se conocieron como discípulos en el estudio de Peyre le Jeune, teniendo Fontaine más tendencia a la arquitectura y Percier a la decoración.
Permanecieron en Roma hasta 1792, momento en el que regresaron al París revolucionario.
En la entrevista, acompañados por el pintor Louis David, acordaron reconstruir y decorar la Malmaison.
Desde el año 1800, Percier y Fontaine fueron los arquitectos oficiales de la corte napoleónica.
Estos arquitectos son claramente neoclásicos pero bien es cierto que se consideran como los creadores del estilo imperio.