Platón nos lo recrea de la siguiente manera:«Cuando nació Afrodita, los dioses celebraron un banquete.
Siendo hijo, pues, de Poros y Penía, Eros se ha quedado con las siguientes características.
[5] Teognis, en cambio, se lamenta de que la desdichada Pobreza comparta con él su vida.
[6] Heródoto refiere que Temístocles les hizo entender a los habitantes de Andros que los griegos estaban acompañados de la Persuasión (Πειθώ, Peito) y la Necesidad (Ἀνάγκη, Anánke), y que los andrios, con abundante falta de tierra, siempre son acompañados por la Pobreza y el Desamparo (Ἄμηχανία).
[8] Filóstrato, por su parte, dice que en Gadira, que se encuentra en uno de los extremos de Europa, hay altares dedicados a la Vejez (Γῆρας, Géras), la Pobreza y al Arte (Τέχνη, Téchne).