Según otras fuentes, la variedad Pembroke fue traída a Gales por los tejedores flamencos en el siglo XII.
Las variedades Pembroke y Cardigan se cruzaron entre sí libremente hasta la década de los 30.
La cabeza recuerda por la forma y la apariencia a la del zorro, con una expresión alerta e inteligente.
Cabe destacar que en algunos países europeos, como Suecia, esta práctica de amputar o cortar rabos ha sido prohibida por considerarse una mutilación sin función zootécnica.
El Pembroke es este tipo de perro, el que empuja al ganado por los talones.
Ha evolucionado como animal doméstico, y es la raza favorita de la familia real británica.
Es un perfecto perro de compañía para niños si es tratado como es debido y ladra sólo ocasionalmente.
A una edad temprana, la pasión de la reina Isabel II por esta raza comenzó cuando su padre, el rey Jorge VI, trajo a casa su primer corgi real, que más tarde se llamó Dookie.