Pedro de la Póveda y Valdez

Nacido por el año 1590 en Oviedo, Asturias, España; y fallecido en 1629 en Buenos Aires, Argentina.

El señor gobernador había elegido a Mateo Leal de Ayala “para que vaya a visitar las chacaras e instancias para hacer pagar a los indios, y sepa si están pagados y conçertados y si se les debe alguna cosa…”[4]​ El 17 de junio de 1619 refrendó la decisión de proseguir con la construcción de la Iglesia Mayor, a la que le faltaban puertas y ventanas, y pagar el salario a los oficiales.

Para este efecto, cada vecino tenía la obligación de adobar la parte que le correspondía.

Asimismo, debió decidirse acerca de los precios y las medidas del aceite y del vinagre, conforme a un padrón que Mateo Leal de Ayala había presentado.

[4]​ Pedro de la Póveda y los demás cabildantes fueron testigos del incidente ocurrido en pleno cabildo el 24 de abril de 1620, cuando el licenciado Matías Delgado Flores entró por la puerta: “En este Cabildo estando tratando de las cosas tocantes al bien de la república… entró en la sala de este Cabildo el Liçensiado Matías Delgado Flores… y lo primero que habló fue «¿Dónde está el señor Gobernador porque lo vengo a ver?» Y todos los del Cabildo se levantaron con los sombreros en la mano haciéndole cortesía y diciéndole que el Señor Gobernador no estaba en el Cabildo”.

A lo que el Teniente General Gil, quien se hallaba parado con su sombrero en la mano, señaló hacia el banco donde estaban los alcaldes ordinarios y le respondió: “Aquí con estos Señores se puede usted sentar”.

Y luego “se fue saliendo por la puerta hablando a manera de menosprecio, sin hazer cortesía ni despedirse, ni mostrar ninguna comisión, ni papel, ni decir que venía a mostrar…”[4]​ En realidad Matías Delgado Flores fue un juez pesquisador, quien había sido enviado especialmente desde España para investigar los asuntos relacionados con el contrabando en el puerto de Buenos Aires, así como el fraude ocasionado por el gobernador Góngora.

Sin embargo, don Pedro no llegó a poblar estas estancias, por lo cual las perdió.

[1]​ Además de ello, compró a Bartolomé López, Rodrigo Arias de Mansilla y otros siete, chacras a los lados del río Luján en un sitio denominado el Árbol Solo; un paraje que se hallaba donde el viejo camino real llegaba al río Luján en el que había un sauce solitario, muy cercano a donde hoy se encuentra la basílica de Luján.