Pedro de Roda

Fue monje en Santa Fe de Conques y luego pasó a San Ponce de Thomières, cuyo abad Frotardo patrocinó su elección para la sede pamplonesa, que estaba sumida en una crisis.

Sustituyó la liturgia toledana o mozárabe por la romana en toda la diócesis.

Contó desde el principio con la ayuda del rey Sancho Ramírez, quien le confirmó diferentes santuarios y prerrogativas, como el señorío temporal sobre Pamplona (1096).

Consagró el altar de la Santa Fe en la catedral compostelana y estuvo presente en numerosos concilios.

A su vuelta quedó en Toulouse, donde años antes había consagrado la iglesia de San Sernín junto al papa Urbano II, por lo que consiguió indulgencias papales para la construcción de la catedral pamplonesa.

Capilla de San Jesucristo o de Pedro de Roda en la catedral de Pamplona .