Por esta razón, su madre, sirvienta doméstica en Santiago, lo asiló en la Casa Protectora de la Infancia, del barrio Mapocho, para poder trabajar.
Hizo clases en Santiago y en 1929 comenzó a ejercer como profesor en la Marina.
Un fuerte movimiento social en favor de los amotinados, provocó el indulto, logrando la libertad.
Fue en la cárcel donde comenzó a militar en el Partido Comunista, por influencia de Carlos Contreras Labarca.
En esa calidad, recibió al Winnipeg, el barco con exiliados españoles, en septiembre de 1939.