Pedro I (obispo)

Pedro I Peláez fue obispo de Oviedo entre los años 1156 y 1161.

Hizo un viaje a Roma exclusivamente para recibir la confirmación y bendición apostólica del papa Alejandro III.

La reina Doña Urraca cedió a este obispo y a sus sucesores los palacios que había heredado de su padre el rey Alfonso VII y que, a su vez, habían sido las residencias habituales de otros reyes, entre ellos Alfonso II el Casto.

A continuación pasó a ser el palacio episcopal de los obispos de Oviedo y precisamente por ese motivo estuvo en Oviedo el rey Fernando II.

Durante el pontificado de Pedro I se cedió a la catedral la parroquia de Feleches.