Lo “de Campos” ya se sabe que es un anexo localizador utilizado desde el siglo XIX.
La topografía, cultivada en su mayoría de cereal, es llana, interrumpida a veces por algunos cerros.
Por ello, la villa no sería enajenada, quedando anexionada a esa institución hasta fechas recientes.
Poseía ese término una localidad, ya despoblada desde el siglo XI que advocaba en su iglesia a San Salvador.
Como remembranza permanece en pie y ya recuperada por los propietarios de una finca, una pequeña ermita dedicada asimismo al Salvador.
Fuera del pueblo hay una fuente y un pozo, cuyas aguas no son potables, por lo que los vecinos van por el agua para la bebida a Ampudia o Autilla del Pino.
Industria: la fabricación del yeso en 20 yeseras que hay en las cuestas y las benefician 20 jornaleros, despachando este artículo en los pueblos limítrofes.
La iglesia de San Cipriano, del siglo XVI, es románica y posee tres naves separadas por pilares.