Paz de Zanjón

Tras la victoria en la Tercera Guerra Carlista en febrero de 1876, el gobierno español presidido por el liberal-conservador Antonio Cánovas del Castillo se propuso poner fin a la otra guerra que quedaba pendiente, la de Cuba.Céspedes envió un nuevo agente, el mayor general Manuel de Quesada en 1870, lo que determinó la división del grupo dirigente emigrado en dos grandes sectores, los Aldamistas y Quesadistas.Tras la deposición de Céspedes, el nuevo presidente Salvador Cisneros Betancourt designó como su agente en el exterior a Miguel Aldama de tendencia oportunista y contrarrevolucionaria, sin hacer grandes avances en enviar expediciones, las cuales llegaron a ser nulas.A partir de este hecho, surgió una agrupación llamada Los Hermanos del Silencio, Cespedistas, que emplearían la resistencia cívica contra los que depusieron a Céspedes.Una medida acertada de Céspedes fue colocar jefes militares con experiencia (la mayoría extranjeros, como los hermanos Marcano, Máximo Gómez, Modesto Díaz, Thomas Jordan, Carlos Roloff, etc.) en mandos militares y como asesores de los jefes cubanos sin experiencia.Se procedió a la derogación del decreto Spotorno, que prohibía todo tipo de negociaciones con el enemigo, y el 21 de diciembre, en una reunión con los mandos españoles, se acuerda una tregua.Se traslada a Camagüey y el 7 de febrero sostiene un encuentro secreto con el general Arsenio Martínez Campos, donde acuerdan realizar una reunión de consulta al pueblo cubano para decidir si se aceptaba la paz sin independencia.[14]​ Sin embargo, muchos plantadores y propietarios de esclavos no lo vieron del mismo modo «por parecerles mucho lo que a los enemigos se concedía» y uno de sus representantes la llegó a calificar como «la mil veces maldita paz del Zanjón».No sólo por los efectos presupuestarios que cabía esperar, tanto en Cuba como en España [la reducción de los ingresos de aduanas], sino por la oposición que estaban abocadas a suscitar en influyentes grupos peninsulares, cuyos intereses no podían desatenderse».[24]​[25]​ La situación se complicó para Martínez Campos cuando en agosto se produjo un rebrote de la guerra en Cuba con el inicio de la que sería conocida como la «Guerra Chiquita» (que terminaría en diciembre del año siguiente).Entonces el rey llamó de nuevo a Cánovas para que formara gobierno.Con todos estos cambios la Unión Constitucional declaró en agosto de 1880 que aceptaba el sistema del «patronato».
Entrada triunfal del general Martínez Campos en La Habana tras la firma de la paz de Zanjón, que ponía fin a la Guerra de los Diez Años ( La Ilustración Española y Americana , 14 de junio de 1878).
Antonio Maceo Grajales, segundo al mando del ejército independentista cubano. Versión redimensionada del original descargada de la fuente indicada.
Gobierno presidido por el general Arsenio Martínez Campos (arriba en el centro). Abajo a la derecha Salvador Albacete , ministro de Ultramar.
Esclavos trabajando en una plantación de caña de azúcar en Cuba.