El tratado fue firmado en la antigua desembocadura del río Žitava (en húngaro: Zsitva), que abordaba el Danubio en la Hungría Real (hoy Eslovaquia).
Esta localidad se convertiría más tarde en el pequeño asentamiento de Žitavská Tôňun (Zsitvatorok), una parte del municipio de Radvaň nad Dunajom (Dunaradvány).
Los otomanos mantenían además las fortalezas de Eger, Nagykanizsa y Esztergom.
Sin embargo, el tratado estabilizó las condiciones en la frontera durante medio siglo en beneficio de ambas partes, no estallando nuevos enfrentamientos hasta la guerra austro-turca (1663-1664).
Los Habsburgos se enfrentarían a una seria oposición interna durante los años siguientes.