Paul Virilio

Luego de formarse en la École des Métiers d'Art, Virilio se especializó en el trabajo en vidrieras, y trabajó junto a Henri Matisse en iglesias de París.

Se interesó especialmente en la Muralla del Atlántico - los 15.000 búnker nazis construidos durante la II Guerra Mundial a lo largo de la costa francesa, diseñada para repeler un eventual asalto de los aliados.

Entre el reducido grupo de participantes se encontraban los arquitectos François Seigneur y Jean Nouvel.

Ese mismo año, Virilio comenzó a dirigir la revista L'Espace Critique.

Desde esa época sus trabajos han sido ampliamente publicados, traducidos y antologizados.

La descripción parece adecuada, ya que Virilio trabaja mucho con los conceptos y artefactos del modernismo.

Su trabajo ha sido comparado al de Marshall McLuhan, Jean Baudrillard, Gilles Deleuze y Félix Guattari, Jean-Francois Lyotard y otros, aunque muchas de estas asociaciones son problemáticas.

Virilio cree que la tecnología no puede existir sin la posibilidad de accidentes.

Desde este ángulo, el accidente puede ser mental descrito como una especie de "meteorito fractal" cuyo impacto se prepara en la oscuridad propicia, un paisaje de acontecimientos que ocultan colisiones futuras.

La logística de la percepción también se relaciona con la transmisión televisiva de maniobras militares y las imágenes del conflicto que son vistas no solo por los televidentes en su casa sino también por el personal militar involucrado en el conflicto.

Argumenta que la ciudad feudal, tradicionalmente fortificada, desapareció debido a la creciente sofisticación de las armas y las posibilidades bélicas.

En Speed and Politics, argumenta que la Historia progresa a la velocidad de sus avances armamentísticos.