Esta tranquila sociedad sólo puede ser conducida a la modernidad por el tradicionalismo, respetuoso con los principios morales fundamentados en la guía eclesial.
Delgado Luaces poseía un rico vocabulario y una variada fraseología, procedentes de un gallego sin duda bebido en el mundo rural mindoniense.
Sin duda, Carballo Calero leyó la novela o bien consiguió de alguien una amplia información sobre a misma por otra persona.
El caso fue que, para el lector corriente, toda la información sobre a misma fue indirecta durante bastantes décadas.
Los editores batieron con tres tomos encuadernados, pero, a pesar de sus esfuerzos, no lograron localizar un hipotético cuarto tomo que contendría la parte final, de la que Carballo Calero tuvo noticia o vio directamente.