En 1884 asumió la denominación definitiva hasta confluir, en 1893, en el Partido Socialista de los Trabajadores Italianos.
Si bien el encuentro había sido convocado como reunión «privada» para evitar la intervención de la policía y pese a un telegrama de Costa al primer ministro Agostino Depretis, las tropas irrumpieron en la sala disolviendo por la fuerza el congreso.
Los congresistas se reunieron en todo caso al día siguiente y posteriormente, en una segunda sesión el 18 de noviembre en Forlì, con 58 delegados.
En Imola, Costa había implementado un frente unido republicano-socialista y esperaba poder replicar el modelo en toda la Romaña, pero el congreso acogió la propuesta en cambio sin demasiado entusiasmo, prefiriendo insistir en la particularidad del programa socialista.
Por cuanto afectaba a los anarquistas, más allá de algún éxito local, la hostilidad de gran parte del movimiento anarquista italiano hacia el «parlamentarismo» se mostraba cada vez más pronunciada y se traducía en violentos ataques.
El tema central fue la organización de la participación en las futuras elecciones generales (en las que Costa contaba con ser reelegido, como ocurrió efectivamente después).
Frente la fractura incurable entre anarquistas y socialistas evolucionistas, Costa intentó una vez más una mediación entre los contendientes.