Partage (del francés partager, “compartir”) es una palabra técnica, utilizada principalmente en arqueología, que designa al sistema tradicional que se dio durante un tiempo, por el cual, hasta la mitad de las antigüedades descubiertas en expediciones arqueológicas, organizadas y financiadas por museos, universidades y coleccionistas ricos iban a parar a su propiedad y el resto, permanecía en el país donde se había realizado la excavación.
Bajo el partage, los equipos de excavación dirigidos por extranjeros proporcionaban la experiencia y los medios materiales para dirigir las excavaciones y, a cambio, se les permitía compartir los hallazgos con los museos arqueológicos de los gobiernos locales.
[2] También fue así como se construyeron las principales colecciones de los museos arqueológicos del Oriente Medio.
[2][5] A finales del siglo XIX y principios del XX, el estado egipcio autorizó las misiones de excavación que llevaron a cabo coleccionistas financieros adinerados como Theodore Davis, James Simon o Lord Carnarvon, con la ayuda de especialistas profesionales como Ludwig Borchardt u Howard Carter.
El historiador Jürgen Zimmerer argumenta que “El partage es un derecho colonial, los ladrones se lo dieron unos a otros.