[3] Su padre, Samuel Carter, fue un célebre artista conocido en toda Inglaterra que enseñó a su hijo los fundamentos del dibujo y la pintura.
La señora Amherst se impresionó de sus habilidades artísticas y pronto alentó a la Egypt Exploration Society para que visitara a Percy Newberry, que en ese momento se encontraba excavando y documentando tumbas del Imperio Medio en Beni Hassan.
En 1892 estuvo bajo la tutela de William Flinders Petrie durante una temporada en Amarna, la capital fundada por el faraón Akenatón.
Entre 1894 y 1899 trabajó con Édouard Naville en Deir el-Bahari, donde dibujó los relieves del templo de Hatshepsut.
Asimismo, el Servicio de Antigüedades le suministró recursos económicos para financiar sus propias excavaciones.
Se ganó la vida vendiendo acuarelas a los turistas y, en 1906, trabajando como dibujante para Theodore Davis.
Se encargó de encontrar tumbas que pasaron desapercibidas en expediciones anteriores, en particular la del faraón Tutankamón.
[5] Dos días más tarde, Carter, Carnarvon, Evelyn y el ayudante Arthur Callender realizaron una «pequeña abertura en la esquina superior izquierda» de la entrada, utilizando un cincel que su abuela le había regalado para su decimoséptimo cumpleaños.
Carnarvon le preguntó si podía ver algo y Carter le respondió con su famosa frase: «¡Sí, puedo ver cosas maravillosas!»[12] Carter había descubierto la tumba de Tutankamón, que más adelante sería conocida como KV62.
[11] La sepultura fue protegida hasta la llegada de un oficial del Departamento de Antigüedades Egipcias al día siguiente, aunque esa noche, los cuatro aparentemente volvieron y entraron sin permiso, convirtiéndose en las primeras personas en tres milenios en acceder al enterramiento.
Callender accedió con luz eléctrica, iluminando una vasta colección de objetos, incluyendo divanes, cofres, tronos y altares.
La tumba fue considerada la mejor preservada e intacta del Valle de los Reyes y su descubrimiento alcanzó a la prensa mundial.
Lord Carnarvon vendió la exclusiva a The Times, lo que enfureció al resto de la prensa.