Posteriormente Villegas fundó la Nueva Segovia, pues la primera población le pareció demasiado alejada de El Tocuyo.
Después de la rebelión del Negro Miguel, el pueblo quedó abandonado, hasta 1772, cuando padres Misioneros volvieron a poblarlo con indios taparitas y guaricos.
La Parroquia Buria se localiza en la zona oriental del Municipio Simón Planas.
En su honor, la plaza principal del sector "El Cuadrado" dentro de la parroquia lleva su nombre, "Negro Miguel".
La parroquia conserva tradiciones y manifestaciones culturales propias de las zonas rurales venezolanas.
Las fiestas patronales, el culto a figuras religiosas y el joropo venezolano son expresiones culturales comunes en la región.
Esta ceremonia religiosa constituye un importante punto de encuentro para la comunidad, uniéndola en torno a la devoción compartida por la Virgen del Carmen.
Esta manifestación cultural reúne a un grupo de personas que se disfrazan para mantener el anonimato.
Además de este atuendo, los participantes cubren sus rostros con máscaras elaboradas con materiales reciclados como papel, periódico, cartón, pintura y telas.
Con estas máscaras representan diversas emociones, como tristeza, alegría, miedo o asombro.
Según las creencias populares, esta festividad sirve como desagravio a los Santos Inocentes que fueron masacrados por orden de Herodes.
Esta actividad une a la comunidad en un esfuerzo por mantener vivas las costumbres de estos pueblos.
Ya adornadas, se colocan en lugares públicos para que las personas puedan poner sus ofrendas al pie de la cruz.
Desde muy temprano y hasta tarde en la noche se lleva a cabo el Velorio de Cruz.
Este templo fue construido en 1997 y sustituye a una pequeña capilla del mismo nombre que se erigió en el año 1987.
La población colabora en su mantenimiento y reconoce los valores naturales del lugar.
Caserío de la parroquia Buría, cuyo origen se cree data del siglo XVIII.