En esta área protegida predominan la estepa altoandina del Maule y el bosque caducifolio, formado por especies nativas de Chile como el roble, raulí, ñirre y hualo, siendo posible apreciar también radal, coigüe, avellano, ciprés de la cordillera, olivillo, laurel, entre otros.
Ellos permiten apreciar ambientes desde el precordillerano al cordillerano, con diversidad de paisajes y vegetación.
Observaciones en terreno permitieron identificar una fisura en las rocas del lecho, por donde el agua drenó hacia el subsuelo.
[1] Sin embargo, ya desde el invierno de ese mismo año, las lluvias comenzaron a arrastrar sedimentos que fueron sellando la capa permeable,[2] permitiendo que paulatinamente el río recuperase su caudal habitual, hasta finalmente volver a la normalidad.
Este parque recibe una gran cantidad de visitantes cada año, principalmente chilenos y, en menor medida, extranjeros.