Paramentos litúrgicos
Los paramentos (del latín tardío paramentum, adorno, parare, preparar, equipar) se refieren tanto a los tapices u ornamentos de una sala de estado,[1] como las vestiduras eclesiásticas.En general, se refieren al conjunto de vestiduras, tocados, colgaduras y ornamentos utilizados en las liturgias cristianas.Posteriormente, el hábito coral y las vestiduras habituales fueron fijados por diversos textos del Concilio de Trento, y complementados por una colección de textos, el Caeremoniale episcoporum, publicado por Clemente VIII en 1600, que establece las reglas de las ceremonias presididas por los obispos, válidas para las comunidades católicas de rito latino, respetando sin embargo algunas costumbres locales.En la mayoría de las iglesias cristianas que usan paramentos (incluidas la católica y una amplia variedad de denominaciones protestantes), los paramentos litúrgicos cambian de color según la estación del año eclesiástico.En las iglesias de la Reforma Protestante, muchos pastores celebran sin vestimenta litúrgica, aunque los protestantes sí tienen vestimenta sacerdotal: la túnica pastoral negra, a veces con estolas de colores, especialmente entre los luteranos.