El trigo llegó al Perú con la conquista europea y en los Andes se adaptó a las nuevas condiciones geográficas y climáticas, pasando a integrarse en la vida de los agricultores locales.
[3] En documentos del Cabildo de 1734 se informa la existencia de ocho molinos en las riberas del río Huatatas, cerca de la ciudad: Glorieta, Canónigo, Santiago, Huamanhuayro, Santa Clara, Chaca, Don Melchor y el Chucuma.
[4] Los primeros indicios de la preparación del pan chapla datan de inicios del periodo republicano (siglo XIX).
Se realiza la masa y se hornea o tuesta minutos después para que no tenga ningún tipo de levado.
En la elaboración del pan, bajo la supervisión del Tanta camayoq[6] (maestro panadero, en quechua), interviene un grupo de artesanos especializados que son indetificados por las fases de la preparación, en quechua:[3]