Sus empleadores, una organización de espías a sueldo que vende secretos industriales, políticos o diplomáticos al mejor postor, envían a Sam, un viejo amigo, para protegerla.
[7] Ese mismo mes, Sarah Lancashire y Ben Whishaw se sumaron al elenco, junto con Andrew Buchan, Omari Douglas, Andrew Koji, Kathryn Hunter, Sam Troughton, Ella Lily Hyland, Adam Silver, Ken Nwosu y Gabrielle Creevy.
El consenso de los críticos del sitio web dice: «Al mezclar múltiples géneros en un thriller de acción verdaderamente único, Black Doves da en el blanco».
[13] En un artículo publicado en The Guardian, Rebecca Nicholson describió la serie como «alegremente pulposa» y criticó levemente las interpretaciones de Knightley y Whishaw, pero elogió las apariciones especiales de numerosos actores conocidos en papeles secundarios.
[14] En Digital Spy, David Opie destacó la representación en pantalla de Sam teniendo sexo gay en el primer episodio, afirmando que la serie «se aventura donde James Bond nunca se atrevería a ir».