Se construyó en Aldea del Rey porque las dignidades de la Orden, como la del Clavero, residían normalmente en los lugares cuyos beneficios usufructuaban por ser inherentes a su cargo.
El Clavero, como su nombre indica, tenía a su cargo la custodia de las llaves del castillo-convento.
En el interior, el patio con columnas toscanas y zapatas de madera en las cuatro crujías da paso a otras dependencias.
También forman parte de esta construcción las caballerizas y la bodega.
[1] Actualmente se encuentra invadido por otras construcciones que han ido «robándole» espacio.