Palacio de Aldovea

En manos inicialmente del obispado de Segovia, el rey Alfonso VII se lo concedió al Arzobispado de Toledo, que lo mantuvo durante las edades Media y Moderna.

El origen del palacio es incierto, aunque se cree que en Soto de Aldovea se hallaba una casa fuerte con torreones que aparece mencionada en varios diversos documentos de los siglos XV y XVI.

Tiene una planta rectangular con torres en las esquinas, insertadas en las líneas de muros.

Las ventanas tienen rejas o balcones y, en las torres, están coronadas con frontones triangulares.

Sobre el escudo se halla una corona real y un capelo cardenalicio sostenido por dos angelotes, aludiendo al infante don Luis.

Plano del Soto de Aldovea en 1802.
Plano del Soto de Aldovea en 1802.