La figura del indiano Juan Francisco Navarro Tafalla Adán y Pérez,[2] de quien toma el palacio su nombre, se remonta a una persona nacida en Mélida, en el seno de una modesta familia que en 1722 cruza el Océano Atlántico, junto a un hermano, al reclamo de su tío, Pedro Navarro, asentado en Potosí hacía varias décadas donde había amasado una inmensa fortuna y sin descendencia.
[3] Tanto su tío como su padre, Francisco Navarro Adán, eran oriundos de Murillo el Cuende.
[4] Su padre, viudo, en segundas nupcias se casó con Jerónima Tafalla Pérez naciendo Juan Francisco, tercero de cuatro hijos, en 1709.
[9] Este logro, que generó «grandes diferencias con la Diputación del Reino a la hora de acreditar su nobleza» forzó la intervención del propio rey Carlos III de España.
[12] En el interior se conservan la escalera original y la escalera abovedada, predomina el estilo rococó, tiene dos cuerpos cubiertos por bóveda poligonal, con ventanas que se abren debajo de ellos.
La cubierta del suelo está hecha de cañas, huesos y astrágalos, todo lo cual forma un curioso motivo floral.