Palacio de Bucoleón

Hormizd fue su primer propietario y el que le dio nombre al lugar.

El emperador Teófilo, entre sus otras obras, reconstruyó y amplió el palacio, añadiendo una gran fachada en la parte superior de los muros hacia el mar.

Las ruinas sugieren que un balcón con vistas al mar estaba presente, accesible a través de tres puertas con marco de mármol, visible aún hoy en día.

Durante el posterior Imperio latino (1204-1261), el Bucoleón continuó siendo utilizado como residencia imperial.

Cuando Mehmed II, el sultán otomano entró en la ciudad en 1453, observó que el entonces famoso palacio seguía en pie, aunque en ruinas.

El Palacio de Bucoleón en la actualidad.
Uno de los leones de piedra a la entrada del puerto de Bucoleón, hoy en el Museo Arqueológico de Estambul.
Fragmentos tallados en yeso y estuco del palacio en el Museo Arqueológico de Estambul.