Pagos pampeanos

Los pagos pampeanos son las primeras denominaciones regionales castellanas —y por lo tanto históricas- originadas en los territorios otorgados en concepto de concesión real a los conquistadores y vecinos pobladores tras la segunda fundación de la ciudad de Buenos Aires y que fue interpretado localmente no como merced sino como pago compensatorio o retribución a sus esfuerzos.

En 1534 el rey Carlos V de España estableció cuatro inmensas gobernaciones bioceánicas en las Indias castellanas situadas en el Hemisferio sur.

Se extendían desde el océano Pacífico al Atlántico, o hasta la línea de Tordesillas donde correspondía.

Se estipulaba un desarrollo de costa para cada gobernación y cuya extensión estaba determinada sobre un meridiano específico.

Esta especie de altosano extendido estaba cubierto por un monte o bosque de árboles como los talas y ombúes; tras la conquista española allí se cultivaron durazneros, higueras y vides, entre otras especies.

La ocupación resultó eminentemente ribereña y la penetración hacia el interior no superó en ningún caso los ocho kilómetros.

Los mbeguaes constituían "diez naciones" asentadas en el delta entrerriano del Paraná, al norte de los guaraníes.

Los chanás alzaban sus poblados en la ribera sur del Paraná, entre la actual Rosario y el río Luján.

Además llegaron en la expedición doscientos guaraníes, por lo que la fundación resultó una gesta eminentemente americana.

[1]​ Algunos caciques fueron repartidos en encomiendas con sus gentes, o asentados en reducciones, en un número que puede estimarse en alrededor de mil cuatrocientos individuos.

Comunidades que anteriormente fueran bien nutridos difícilmente se adaptan a las nuevas condiciones.

Muchos de los indios reducidos o encomendados, más que rebelarse, simplemente abandonan su asentamiento.

Diez tribus de mbeguaes fueron trasladados a la margen derecha del Paraná para ser empadronados.