Pacificación de Gante

La Pacificación de Gante del 8 de noviembre de 1576 fue un acuerdo al que llegaron los estados generales de las provincias de los Países Bajos, tanto las que se habían rebelado contra la Corona española como las que habían permanecido leales, por el que se estipulaba las condiciones por las que aceptarían una paz con España, en el marco de la guerra de los ochenta años.

Tres días después las tropas españolas abandonarían el castillo de la ciudad.

Tras la muerte de Luis de Requesens, gobernador español de los Países Bajos, y mientras el nuevo gobernador nombrado por Felipe II (Juan de Austria) llegaba a Bruselas, los Estados Generales asumieron el gobierno, la potestad legislativa del país y el derecho de crear y reunir un ejército ante el vacío de poder creado.

Al mismo tiempo, parte de las tropas españolas estacionadas en los Países Bajos, la mayoría de las cuales llevaban más de un año sin cobrar, se amotinaban por la falta de pagas o cometían toda clase de robos y pillajes para procurarse sustento.

La situación fue aprovechada por los rebeldes neerlandeses para tomar la ciudad de Amberes, intento que fue frustrado por las tropas españolas que se desplazaron a defenderla, pero que tras su defensa se dedicaron a saquear, en lo que se conoce como el saqueo de Amberes del 4 de noviembre.

Alegoría de la Pacificación de Gante, por Adriaen van de Venne.