En el lenguaje común, el término paciente (del latín patiens, patientis, participio de presente del verbo pati, "sufrir", "soportar","experimentar un proceso o una acción que parte de una causa ajena"[1]) se aplica a cualquier persona que es atendida por un/a profesional de la salud debido a un problema de salud física o emocional/mental.
[2] En la medicina y en general en las ciencias de la salud, el término paciente se aplica a alguien que sufre dolor o malestar (muchas enfermedades causan molestias diversas, y un gran número de pacientes también sufren dolor).
En términos sociológicos y administrativos, paciente es quien recibe los servicios de un/a especialista o profesional de la salud (véase médico y psicólogo, entre otros) y se somete a un examen, a un tratamiento o a una intervención.
Este hecho se denomina institucionalización, y se basa en la pérdida de autonomía, lo cual implica que la persona deberá aprender a conformarse con las reglas y rutinas del hospital.
Muchas veces este proceso no es aceptado por el paciente; cuando se recupera, debe volver al rol que tenía inicialmente.