En el ámbito sanitario, un paciente huérfano es la persona que se "pierde" dentro del sistema, es decir, no tiene médico de cabecera que supervise sus cuidados.
[1][2][3][4] Hay muchos factores que contribuyen a la aparición de pacientes huérfanos.
Algunos de ellos son: Las soluciones a este problema son complejas, debido a que en su origen intervienen numerosos factores.
No es posible que la población disminuya, ni tampoco es fácil aumentar el número de médicos o profesionales de salud, ya que tardan mucho tiempo en formarse.
Algunas de las soluciones provisionales se basan en un cambio en la forma en la que se provee de servicios médicos, y que se pueden conseguir mediante: Las referencias médicas más antiguas mencionan el término "paciente huérfano" usando una definición diferente, concretamente para pacientes con una enfermedad huérfana.