Cordero manchego

Únicamente la carne que cumple estos parámetros puede recibir el aval del Consejo.

Su presentación debe de ser completa sin decomisos parciales, golpes, moraduras o hematomas, sin desgarros por su manejo, sin anomalías congénitas u otras deformidades, sin tintes ictéricos (amarillos) y con un sangrado correcto.

Conformación Normal (Colomer-Rocher, 1984 INIA): perfil longilíneo, contornos ligeramente redondeados y proporciones armónicas.

Debe ser de consistencia dura y no llegar a cubrir completamente el riñón.

La carne posee un inicio de infiltración grasa a nivel intramuscular que le aporta un buqué característico, muy agradable.

Oveja manchega con su cordero.