La revista americana especializada Premiere la incluye entre las 10 peores ganadoras del Óscar,[3] mientras que la revista británica Empire la posiciona en el tercer lugar de su lista de las 10 peores ganadoras del Óscar.
Fue también la segunda ocasión en la que una película no nominada en la principal categoría consiguió el mayor número de premios, excluyendo los años en los que hubo empate en el mayor número de premios.
También fue la segunda vez (de un total de tres veces, hasta la fecha) en el que dos cintas NO nominadas a mejor película recibieron más nominaciones que la película ganadora (Cautivos del mal y Hans Christian Andersen, ambas con 6).
Shirley Booth se convirtió en la última persona en ganar un premio en categoría interpretativa principal nacida en el siglo XIX.
También ostenta el privilegio de ser la primera mujer en ganar el premio habiendo cumplido los 50 años, concretamente 54 (la segunda mujer en conseguirlo fue Julianne Moore, quien también contaba 54 años cuando fue premiada en la 87.ª ceremonia).