La cinta estaba protagonizada por Jennifer Jones, Laurence Olivier y Eddie Albert en sus papeles principales.
Carrie recibió dos nominaciones a los Premios Óscar: Mejor vestuario (Edith Head), y Mejor diseño de producción (Hal Pereira, Roland Anderson y Emile Kuri).
La filmación fue una larga lista de problemas: Jones aun no había anunciado que estaba embarazada; Wyler había perdido a su hijo mayor; Olivier tenía una dolorosa dolencia en la pierna que lo puso de mal humor, y desarrolló una aversión por Jones; Hollywood estaba cayendo en los efectos del McCarthismo, y el estudio tenía miedo de que el público la considerara inmoral.
Algunos críticos acusaron al film sentimentalizando la novela, la taquilla fue pobre y las críticas fueron generalmente decepcionantes, aunque elogiaron a Olivier, que recibió una nominación a los BAFTA.
Wyler finalmente admitió que la película era demasiado deprimente durante un momento en que el público estadounidense quería entretenimiento escapista para sacar sus mentes de la Guerra Fría.