La oripavina es un opiáceo y el principal metabolito de la tebaína.
Es el compuesto de origen del que se derivan una serie de opioides semisintéticos, que incluye los compuestos etorfina y buprenorfina.
Debido a su uso en la fabricación de opioides fuertes, la oripavina es una sustancia controlada en algunas jurisdicciones.
Las oripavina posee una potencia analgésica comparable a la morfina; sin embargo, no es clínicamente útil debido a una toxicidad grave y un bajo índice terapéutico.
Tanto en ratones como en ratas, las dosis tóxicas causaron convulsiones tónico-clónicas seguidas de muerte, similar a la tebaína.