Orendáin

Según filólogos como Julio Caro Baroja o L.M.Mujika los topónimos vascos que acaban en la terminación -ain son en su mayor parte fruto de la evolución del sufijo latino -anum.

En origen este sufijo -anum solía ir unido a un nombre propio e indicaba una propiedad de carácter rústico.

Existe una línea de autobuses regular que comunica Tolosa con Orendáin.

Se desconoce cuándo surgió esta población, aunque el estudio filológico de su nombre pudiera remontar su origen a la época romana.

En esta unión, Orendáin se sometía a la jurisdicción de Tolosa y debía contribuir a los gastos comunes de la villa, pero por otro lado mantenía sus términos amojonadas y cierta autonomía administrativa.

Con el paso de los años Orendáin llegó a contar con alcalde pedáneo.

Esta unión que perduraría hasta el siglo XIX permitía a las pequeñas villas costearse un representante común en las Juntas Generales de la provincia.

La iglesia parroquial de la Asunción (Andra Mari) posee grandes dimensiones para ser el templo de una localidad tan pequeña y se ve desde muchos kilómetros a la redonda.

Destacan en ella su torre-campanario, los capiteles del interior y el Cristo de estilo plateresco que guarda.

En la arquitectura popular destaca el caserío Irumendi, el más antiguo del municipio.

Desde Orendáin hay preciosas vistas que abarcan tanto la sierra de Aralar, como los montes Hernio y Aizkorri.

Vista del casco de Orendáin