Orcrist

Los trasgos, a su vez, la conocían como «Mordedora», y la odiaban con todas sus fuerzas.

Orcrist fue forjada con un mango de colmillo por los noldor durante la Primera Edad del Sol, en los tiempos que la ciudad escondida de Gondolin estaba en flor.

Era la espada del Señor de las Fuentes, Ecthelion, que acabó sus días luchando contra el balrog Gothmog a las puertas de la Torre del Rey en Gondolin, un combate en el que murieron ambos contrincantes.

Los noldor no sólo forjaron una valiosa arma, sino que le dieron el poder de brillar con un pálido azul cuando los enemigos de los elfos se acercaran, la misma propiedad que tenían Glamdring y Dardo, la daga que usan los hobbits Bilbo, Frodo Bolsón y Samsagaz Gamyi como espada.

Tras la peripecia en la que los tres trolls se convierten en piedra, la compañía de Thorin se hace con su tesoro, reservándose Thorin a Orcrist para sí mismo.