Opole

Antes del siglo V la región que rodea Opole estaba habitada por vándalos y tal vez burgundios.

Tribus eslavas occidentales ocuparon la zona una vez que los germanos las abandonaron para invadir el Imperio romano.

Opole se desarrolló a partir del siglo X como capital regional de los eslavos opolanianos.

Sus primeros poblamientos fueron en la isla Wyspa Piaseka en el curso medio del río Oder.

Junto al resto de Silesia, Opole volvió a formar parte del Sacro Imperio Romano Germánico en 1163.

La ciudad se integró en el Imperio alemán durante la unificación de Alemania en 1871.

Por esa razón, la administración polaca, tras la anexión de Silesia en 1945, no expulsó de modo generalizado a los germanohablantes en Opole, como sucedió en la Baja Silesia, donde la población hablaba exclusivamente alemán.

Fueron considerados polacos "autóctonos" y los hablantes del dialecto Wasserpolak obtuvieron el derecho de permanecer en su tierra natal.

Catedral de Opole.
Casas históricas en la plaza del mercado
Prefectura de Opole.