«We are trying to lift ourselves by our own bootstraps» («Estamos tratando de salir adelante por nuestros propios medios»).
A pesar de esta afirmación el plan en realidad se apoyaba en la inversión extranjera.
UU.; también se dispusieron exenciones fiscales y facilidades para alquilar suelo industrial.
La Operación Manos a la Obra ha sido criticada en tres vertientes: política, económica y social.
En 1990 sólo 95.800 toneladas de azúcar fueron sembradas en la isla, lo que ni siquiera es suficiente para satisfacer el consumo local.
Además no se cumplió con el objetivo de reducir el desempleo a límites tolerables.
En 2004 es cuando se cruza el Rubicón en este éxodo: la mayoría vivía ya fuera de la isla, principalmente en EE.
Por este tipo de denuncias, Luis Muñoz Marín se vio forzado a intervenir y moderar el papel del gobierno en estas políticas.
Todavía en 1981, más del 39% de las puertorriqueñas aptas para concebir estaban esterilizadas.