Operación Félix

Franco no accedió, pero le dijo que esa acción la podría realizar el Ejército español si recibía artillería pesada y aviones de Alemania.

También alabó a Hitler, «un hombre extraordinario, moderado, sensible, lleno de humanidad y con grandes ideas».

[9]​ El 15 de agosto Franco le escribía a Mussolini que entraría en la guerra «cuando se presente la ocasión favorable».

Si ellas [las potencias occidentales] le hubieran escuchado, no estarían en la caótica situación en la que se encuentran».

[15]​ La desastrosa invasión de Grecia por Mussolini provocó que el Oberkommando der Wehrmacht planteara la necesidad del asalto de Gibraltar para cerrar el Mediterráneo a los británicos que estaban apoyando a los griegos.

«Sólo entonces, por primera vez, Hitler estuvo lo bastante decidido por la entrada de España en la contienda como para forzar el paso y presionar a Franco».

El plan también contemplaba provisiones para ocupar las posesiones españolas en el Norte de África: Marruecos Español, Río de Oro y las Islas Canarias, cuyos puertos serían usados como bases para los u-boote alemanes.

[21]​ Franco reunió a los ministros militares que estudiaron un documento elaborado por el Estado Mayor de la Armada, del que formaba parte el capitán de navío Luis Carrero Blanco, en el que se señalaba la debilidad marítima española ante un bloqueo de la Royal Navy y los costes económicos de entrar en la guerra, por lo que se aconsejaba que no se emprendiera ninguna acción bélica contra Gibraltar mientras Gran Bretaña conservara el control del canal de Suez.

Serrano Suñer regresó a Madrid donde el general Franco respaldó completamente su postura.

Según Paul Preston, «la lista de la compra del Caudillo seguía siendo enorme, incluyendo vastos territorios coloniales franceses, y ahora Hitler no le ofrecía más que convertir Gibraltar en una base alemana y devolvérsela a España después de la guerra».

Además, «a la larga, la guerra contra Rusia era más importante para Hitler que una acción marginal.

Por tanto, los preparativos para una ofensiva primaveral en el este dejaron a un lado los planes para la toma de Gibraltar».

Franco pidió más tiempo, y tres días después volvieron a reunirse.

El 27 de enero mantuvieron una tercera entrevista para pedirle «una vez más al general Franco, una respuesta clara» —el mensaje de Ribbentrop que debía transmitir Stohrer era aún más contundente: «Sólo la entrada inmediata de España en la guerra posee valor estratégico para el Eje y sólo con una rápida entrada puede aún el general Franco prestar a cambio un útil servicio al Eje»—.

[32]​ En la tercera le expuso que «la fecha de nuestra entrada en la guerra está condicionada por requisitos muy inequívocos y concretos, que no son torpes pretextos para retrasar la entrada en la guerra hasta el momento en que puedan recogerse los frutos de una victoria lograda por otros… España desea contribuir materialmente a la victoria, entrar en la guerra y salir de ella con honores».

[33]​ En febrero de 1941, el OKW anunció a los oficiales que la Operación Félix estaba cancelada por el momento, y que las tropas enmarcadas dentro de la operación quedaban libres para ser utilizadas en cualquier otro lugar.

Gibraltar durante la Segunda Guerra Mundial . El HMS Argonaut navegando próximo al Peñón de Gibraltar en noviembre de 1942. La colonia de Gibraltar permitía a los británicos controlar el Mar Mediterráneo y mantener separadas la flota italiana de la flota alemana.
Despliegue de tropas previsto por el Alto Mando Alemán en la península ibérica y posible respuesta esperada de las tropas aliadas. [ 16 ] [ 17 ]
Hitler asignó la operación a Walther von Reichenau ( en la imagen ) que a su vez dirigiría a dos cuerpos, uno con el objetivo de tomar Gibraltar y otro para cubrir los flancos.