El almirante Günther Lütjens, en conjunto con el gran almirante Erich Raeder del OKM, habían aprobado una segunda salida de los cruceros de batalla Scharnhorst y Gneisenau cuando las condiciones meteorológicas lo permitieran sin ser avistados por los Aliados.Se había intentado una salida en diciembre de 1940, pero la mar gruesa del mar del Norte ocasionó daños al Gneisenau, por lo que hubo que posponerla hasta haber reparado dicha unidad en Kiel.La fuerza británica inicia un barrido por la zona con el objeto de interceptar a los cruceros alemanes.No obstante, Lütjens había ordenado una reinversión del rumbo hacia el noroeste a la máxima velocidad.El 16 invirtió el rumbo y casi una semana después, el 22 de febrero, los radiotelémetros detectan un convoy sin escolta.El ejercicio Rheinübung que ocuparía al acorazado Bismarck y el crucero pesado Prinz Eugen, dos meses después sería calcado a esta operación.