Fisiología y ecología sensorial en Triatominae

Sin embargo, los compuestos volátiles son particularmente importantes para los triatominos por dos razones, a) la mayor parte de estas especies buscan huéspedes durante la noche cuando la luz es escasa y b) la información presente en los olores puede viajar largas distancias pues con frecuencia son transportados por corrientes de aire, pasando obstáculos que otro tipo de estímulos no podrían salvar.

Las antenas además de servir para tocar y degustar son, entre los artrópodos, los órganos que por excelencia permiten percibir olores.

Cada antena contiene cientos de células olfativas con receptores para olores, pero actualmente solo se han descubierto unas pocas.

Estas últimas a su vez están contenidas en pelos sensoriales o tricobotrios (sensilias en inglés) que cubren las antenas.

Su interior está enervado por 4 a 5 células receptrices que en contraste con el pelo basicónico, no se ramifican.

Estudios de electrofisiología han demostrado que las células nerviosas contenidas en el pequeño pelo surcado responden al amonio y a algunas moléculas con este grupo funcional, es decir, aminas, así como a algunos ácidos grasos de cadena corta como el ácido isobutírico.

El pelo tricoideo (single-(thick) walled wall-pore en inglés) de tipo 'D' está conformado por una pared gruesa.

Aunque se desconoce su función, su aspecto hace pensar que pueda contener receptores gustativos.

Cuando se ha experimentado con las emanaciones de un ratón, un hámster o algún otro vertebrado vivo, estas han resultado atraer efectivamente a algunos triatominos.

Algunas sustancias volátiles incrementan el efecto atractivo del CO2, tal como se ha observado con el ácido láctico en T. infestans, y con el amoníaco (NH3) en R. prolixus.

La mezcla, a una concentración específica, de los ácidos propanoico, butírico, valérico y láctico ha resultado atractiva para T.

La búsqueda del componente químicosensorial de este comportamiento, es decir, una feromona sexual putativa, ha llevado casi medio siglo.

Sin embargo, estudios recientes sobre las glándulas metasternales señalan su implicación en el comportamiento sexual de los triatominos.

Sin embargo, no está claro que información utilizan para buscar al huésped.

Los ocelos, junto con los ojos compuestos, regulan la respuesta fototáctica, es decir, los triatominos reconocen la iluminación del ambiente y responden a esta, generalmente evadiendo la luz intensa.

[21]​ Los triatominos muestran comportamientos antagónicos con respecto a la luz, de acuerdo su contexto fisiológico y ambiental.

Una, midiendo el cambio del potencial eléctrico de la antena cuando esta es estimulada con sustancias volátiles.

A esta técnica se le llama CG-DEA o (GC-EAD por sus siglas en inglés).

El compensador de movimiento (o servosfera) consiste en una esfera sobre la cual puede caminar un animal manteniéndose siempre sobre su ápex.

Si bien, bajo ciertas circunstancias, las dos primeras técnicas han demostrado mayor eficacia, son más costosas y laboriosas.

Rhodnius prolixus caminando en Servosfera (ver Videos).
Antena de ninfa de Triatoma infestans .
Segmentos de la antena de un triatomino.
Los olores separados por la CG van simultáneamente al detector de este y a la antena viva conectada a un voltímetro.