[3][4] El filósofo,[5][6] es conocido en Brasil por su postura política conservadora y sus críticas a la izquierda política y al capitalismo;[7]siendo influencia (como gurú) para el ex presidente de Brasil Jair Bolsonaro.
[9][10] Como polemista, Olavo de Carvalho fue criticado por utilizar a menudo comentarios obscenos ad hominem.
[18] Trabajó en revistas y periódicos como Planeta, Bravo!, Primeira Leitura, O Globo, Época, Zero Hora, Jornal do Brasil y Jornal da Tarde, siendo despedido de estos cinco últimos.
Ese visado da al extranjero el derecho de residencia permanente en Estados Unidos.
Mantuvo entre 2006 y 2013 un programa periódico semanal de radio en streaming por internet denominado True Outspeak, con la participación del público por teléfono o correo electrónico.
Según Carvalho, esas corrientes transfieren la responsabilidad de conocer la verdad del individuo hacia lo colectivo.
[37][38][39] Sostuvo que "la Guerra Fría fue, en gran parte, puro fingimiento, un velo ideológico para uso de las multitudes: la élite Occidental competía con el comunismo sin hacer nada para destruirlo".
El objetivo, declara Carvalho, era crear una "atmósfera mental" en la que la población se volvía marxista sin darse cuenta.
Comparte con su hermana enemiga la creencia de que la élite gobernante debe moldear la sociedad de arriba a abajo, hablando en nombre del pueblo para que el pueblo no pueda hablar en su proprio nombre".
Desde entonces hasta ahora, la clase política, que era de mayoría derechista, acabó siendo marginada, dejando un espacio vacío.
Había la famosa teoría de la olla a presión, del general Golbery do Couto e Silva.
Él decía: 'No podemos tapar todos os agujeros y hacer presión, porque si no ella estalla'.
[43] Algunas de sus mayores influencias fueron Aristóteles, Santo Tomás de Aquino, Leibniz, Friedrich Wilhelm Joseph von Schelling, Pierre Gaxotte, Louis Lavelle, Edmund Husserl, René Guénon, Antonin-Gilbert Sertillanges, Bernard Lonergan, René Girard, Leopold Szondi, Nikolái Berdiáyev, Frithjof Schuon, Max Scheler, Wolfgang Smith, Eugen Rosenstock-Huessy o Mortimer J.
También ha divulgado en Brasil la obra de José Osvaldo de Meira Penna, Constantin Noica, Alain Peyrefitte, Eugen Rosenstock-Huessy, Bernard Lonergan, René Girard, Viktor Frankl, Karl Kraus, Leopold Szondi o Jacob Burckhardt.
La crítica se extiende a Giordano Bruno, que según él "no hizo ningún descubrimiento(...).
No fue condenado por defender teorías científicas, sino por la práctica de la hechicería, que en la época era un crimen.
"Basta examinar el Index Librorum Prohibitorum para verificar que en él no consta ninguna de las obras de Copérnico, Kepler, Newton, Descartes, Galileo, Francis Bacon o William Harvey.
[60] Rodrigo Constantino economista liberal con quien se reconcilió posteriormente, afirmó que "Olavo fue llevado al pedestal de “líder iluminado” por sus seguidores, y eso lo cegó".
[61] A pesar de su anticomunismo fue elogiado por el escritor comunista Jorge Amado y por José Osvaldo de Meira Penna, Carlos Heitor Cony, Josué Montello, Herberto Sales, Paulo Francis, Roberto Campos, Bruno Tolentino y Ariano Suassuna.
Unas semanas más tarde, dos personalidades de las que Olavo hablaba bien fueron nombradas para cargos ministeriales: Ernesto Araújo para Relaciones Exteriores y Ricardo Vélez Rodríguez para Educación.