Oksana Málaya (en ruso Оксана Малая; Ucrania, Blagoveschenka, Unión Soviética; 4 de noviembre de 1983) es una mujer que nació en un hogar compuesto por unos padres alcohólicos que no tenían capacidad para cuidar ni querer a su hija.
Allí mostraba un comportamiento aislado, no podía socializar y era agresiva con otros niños.
Adquirió gran número de hábitos caninos y tuvo dificultades para manejar el lenguaje.
Cuando la encontraron había pasado tantos años privada de estimulación intelectual y social que a Oksana le resultó muy difícil volver a adquirir habilidades sociales y emocionales humanas.
Aún está por verse si podrá formar relaciones estables y sentirse parte de una comunidad humana.