Constituyó la última ofensiva importante que la Alemania nazi emprendió contra el Ejército Rojo durante la Segunda Guerra Mundial.Aunque el plan fue trazado con gran cuidado y secretismo por el alto mando alemán (Oberkommando des Heeres, OKH), este no pudo burlar al servicio de inteligencia soviético, que a su vez puso sobre aviso al alto mando soviético.En conjunto, esta fuerza contaba con unos 141 000 hombres, 900 vehículos blindados, 850 aviones y más de 5600 cañones.Cabe precisar que, según la organización militar soviética, cada uno de estos frentes abarcaba casi tres ejércitos de tamaño igual al 6.º Ejército Panzer, por lo cual la proporción numérica era ampliamente favorable a los soviéticos.[5] Por otro lado, el Servicio de Inteligencia soviético descubrió los planes alemanes y al enterarse Fiódor Tolbujin de los proyectos germanos, planificó un ataque con unas fuerzas acorazadas numéricamente inferiores, pero a su vez estableció poderosas líneas defensivas.[6] Aunque el panorama del combate se revelaba poco prometedor para la Wehrmacht tras el primer día, Hitler ordenó personalmente al general "Sepp" Dietrich proseguir la ofensiva que ya se encontraba atascada sin remedio.[8] Aun así la lucha defensiva constituyó otro desastre para los alemanes, que el 23 de marzo fueron atacados en sus posiciones originales por las tropas de Tolbujin, reforzadas ahora con divisiones del 2.º Frente Ucraniano que hacían más desesperada la situación del desgastado 6.º Ejército Panzer-SS.Debido a la gran estima que Hitler sentía por Dietrich, este pudo darse el lujo de hacer esto sin arriesgarse a ser destituido o encarcelado, como hubiera sucedido con otros jefes de la Wehrmacht; Heinrich Himmler comentó inclusive: La Ofensiva en el lago Balaton tuvo poco efecto sobre el avance del Ejército Rojo.La situación para la población civil de Hungría durante estas batallas finales fue precaria: muchos soldados y oficiales soviéticos trataron a los húngaros como aliados del Reich alemán.[12] Muchos tanques, armas pesadas y numeroso equipo en buen estado fueron abandonados durante la retirada alemana.En la orilla occidental del lago Balaton y los Montes Bakony cayeron en manos del Ejército rojo varias columnas de tanques sin haber disparado un solo tiro, que pudieron ser integradas en las unidades soviéticas como compañías blindadas propias.Sin embargo, el audaz ataque demostró a los soviéticos que la Wehrmacht aún tenía fuerzas para defenderse y, aunque no podía cambiar el curso de la lucha, sí estaba en condiciones de provocar altísimas bajas al Ejército Rojo.
Columna de tanques
Tiger II
. uno de los vehículos principales del
Leibstandarte
.
Transporte de heridos alemanes en
Hungría
, entre los días 10 y 13 de marzo de 1945.
Mapa del plan de operaciones alemán en el lago Balaton.