Odisea espacial

El observatorio lunar, que en el relato original tenía forma de pirámide, se convirtió en el famoso monolito de Tycho (TMA-1), y se añadió otro monolito, que visitaba la Tierra en épocas prehistóricas y daba un empujón evolutivo a la especie más prometedora del planeta hace cuatro millones de años.

La más notable es que la misión Discovery, en la novela, se dirige a Saturno y a su satélite Jápeto, mientras que en la película se trata de Júpiter y su satélite Europa.

Aunque 2001: Una odisea espacial había sido concebida como una aventura autocontenida, Clarke decidió escribir esta secuela después de que la sonda Voyager sobrevolara Júpiter y sus lunas a finales de los años 70, proporcionando información e imágenes sin parangón hasta el momento.

La novela se llevó al cine en 1984, titulada 2010: The Year We Make Contact.

Sin embargo, el retraso en la puesta en marcha de la misión le hizo decidirse por una trama alternativa, centrada en la visita del cometa Halley a la Tierra.

La humanidad ha empezado la colonización del sistema solar, pero nadie se ha atrevido a aterrizar en Europa.